Médicos sin Fronteras ha ideado una original y nueva forma de colaborar con la organización. No tenemos que hacernos socios de ningún sitio, ni apadrinar a ningún niño, solamente ir a nuestra farmacia. Allí, como si fueramos a comprar unas aspirinas, pedimos con toda la seriedad del mundo:
-Deme usted una caja de pastillas para el dolor ajeno.
Seguramente los clientes que estén por allí se quedarán con la cara a cuadros, pero más asombrados se quedarán cuando el dependiente entre al almacen y venga portando entre sus manos una caja roja con nombre "pastillas para el dolor ajeno". Todo esto suena a broma y en verdad tiene gran parte de ironía, pero es totalmente verdad.
Por un eurito de nada, podemos comprar esta caja, que contiene seis caramelos de menta. Un gesto simbólico con el que la asociación quiere recoger beneficios para ayudar a las personas del otro lado del mundo.
Como su propio nombre indica, pastillas contra el dolor ajeno, de venta en farmacias.
Más inf en: http://www.msf.es/pastillascontraeldolorajeno/
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